domingo, 24 de junio de 2007

Fidel Castro habla de la muerte de Vilma Espin Cuba Duelo por la Heroina















Reflexiones del presidente cubano FIDEL CASTRO: Las luchas de Vilma

Vilma ha muerto. No por esperada la noticia dejó de golpearme. Por
puro respeto a su delicado estado de salud nunca mencioné su nombre en
mis reflexiones.

El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su
vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era
discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con
honrosas excepciones revolucionarias.

No siempre fue así a lo largo de la evolución histórica de nuestra
especie, que la llevó a ocupar el papel social que le correspondía
como taller natural en que se forja la vida.

En nuestro país la mujer emergía de una de las más
horribles formas de sociedad, la de una neocolonia yanqui bajo la
égida del imperialismo y su sistema, en el que todo lo que el ser
humano es capaz de crear ha sido convertido en mercancía.

Desde que surgió en la lejana historia lo que se llamó la
explotación del hombre por el hombre, las madres, los niños y las
niñas de los desposeídos soportaron la mayor carga.

Las mujeres cubanas trabajaban en los servicios
domésticos, o en tiendas de lujo y bares burgueses, donde además eran
seleccionadas por su cuerpo y su figura. Las fábricas les asignaban
los trabajos más simples, repetitivos y peor remunerados.

En la educación y la salud, servicios que se prestaban en pequeña
escala, su imprescindible cooperación era realizada por maestras y
enfermeras a las que solo ofrecían un nivel medio de preparación. La
nación, con 1.256,2 kilómetros de extensión, contaba únicamente con un
centro de educación superior ubicado en la capital, y más adelante,
con algunas facultades en centros universitarios de otras 2
provincias. Como norma solo podían estudiar en ellas jóvenes
procedentes de familias con ingresos más altos. En muchas actividades
ni siquiera se concebía la presencia de la mujer.

He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de
Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la
Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para
una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se
inmutaba ante peligro alguno.

Al triunfar la Revolución, se inicia su incesante batalla por las
mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección
de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o
internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el
camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y
justas ideas de la Revolución.

Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en
las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas.

Hoy las mujeres en Cuba constituyen el 66 por ciento de la
fuerza técnica del país, y participan mayoritariamente en casi todas
las carreras universitarias. Antes, la mujer apenas figuraba en las
actividades científicas, pues no había ciencia ni científicos, salvo
excepciones. En ese campo también son hoy mayoría.

Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le
impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y
madre de numerosos hijos.

Ha muerto Vilma. ¡Viva Vilma!

Fidel Castro Ruz
20 de junio del 2007

Fidel Castro habla de la muerte de Vilma Espin Cuba Duelo por la Heroina















Reflexiones del presidente cubano FIDEL CASTRO: Las luchas de Vilma

Vilma ha muerto. No por esperada la noticia dejó de golpearme. Por
puro respeto a su delicado estado de salud nunca mencioné su nombre en
mis reflexiones.

El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su
vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era
discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con
honrosas excepciones revolucionarias.

No siempre fue así a lo largo de la evolución histórica de nuestra
especie, que la llevó a ocupar el papel social que le correspondía
como taller natural en que se forja la vida.

En nuestro país la mujer emergía de una de las más
horribles formas de sociedad, la de una neocolonia yanqui bajo la
égida del imperialismo y su sistema, en el que todo lo que el ser
humano es capaz de crear ha sido convertido en mercancía.

Desde que surgió en la lejana historia lo que se llamó la
explotación del hombre por el hombre, las madres, los niños y las
niñas de los desposeídos soportaron la mayor carga.

Las mujeres cubanas trabajaban en los servicios
domésticos, o en tiendas de lujo y bares burgueses, donde además eran
seleccionadas por su cuerpo y su figura. Las fábricas les asignaban
los trabajos más simples, repetitivos y peor remunerados.

En la educación y la salud, servicios que se prestaban en pequeña
escala, su imprescindible cooperación era realizada por maestras y
enfermeras a las que solo ofrecían un nivel medio de preparación. La
nación, con 1.256,2 kilómetros de extensión, contaba únicamente con un
centro de educación superior ubicado en la capital, y más adelante,
con algunas facultades en centros universitarios de otras 2
provincias. Como norma solo podían estudiar en ellas jóvenes
procedentes de familias con ingresos más altos. En muchas actividades
ni siquiera se concebía la presencia de la mujer.

He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de
Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la
Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para
una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se
inmutaba ante peligro alguno.

Al triunfar la Revolución, se inicia su incesante batalla por las
mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección
de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o
internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el
camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y
justas ideas de la Revolución.

Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en
las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas.

Hoy las mujeres en Cuba constituyen el 66 por ciento de la
fuerza técnica del país, y participan mayoritariamente en casi todas
las carreras universitarias. Antes, la mujer apenas figuraba en las
actividades científicas, pues no había ciencia ni científicos, salvo
excepciones. En ese campo también son hoy mayoría.

Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le
impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y
madre de numerosos hijos.

Ha muerto Vilma. ¡Viva Vilma!

Fidel Castro Ruz
20 de junio del 2007

Fidel Castro reflexiona brevemente Cuba tiene Líder destacado inteligente valiente y patriota


Reflexión sobre las Reflexiones
Fidel Castro Ruz
2007-06-22

Si son breves, tienen la ventaja de que los ciento doce medios de prensa extranjeros acreditados en nuestro país que las reciben con antelación, publican partes importantes de su texto; si son extensas, me permiten profundizar lo que desee en determinados conceptos a mi juicio importantes para que nuestro pueblo, protagonista principal ante cualquier agresión, y otros países en circunstancias similares, dispongan de elementos de juicio. Este dilema constituye para mí un dolor de cabeza.

También me preocupa el espacio que utilizan en las primeras planas de nuestra prensa, tan necesario para la actividad diaria de la nación.

Moraleja: las dividiré en breves y extensas. Si son breves, las reflexiones se entregarán previamente a los medios que las reciben; si son extensas, no se entregarán con anticipación y se publicarán en cualquier página interior del periódico Granma como órgano oficial. Si otros medios de las organizaciones políticas y de masas lo desean, pueden publicarlas sin sacrificar sus espacios principales.

El Departamento Ideológico del Partido y el Jefe de Despacho del Consejo de Estado pueden proponer cualquier otra variante en casos concretos.

No inicié este trabajo como parte de un plan elaborado previamente, sino por un fuerte deseo de comunicarme con el protagonista principal de nuestra resistencia a medida que observo las acciones estúpidas del imperio. Ahora constituye, igual que cuando estaba en lo que se llamó prisión fecunda, un enorme deseo de estudiar y meditar mientras dura mi rehabilitación.

Fidel Castro Ruz
22 de junio del 2007
6:02 p.m.

Osvaldo Bayer Argentina Patagonia Rebelde Vengadores Patagonia Trágica Esquel


















*Por Osvaldo Bayer
"Leleque no pagar"*

Cuando uno viaja por este increíble país queda anonadado por sus bellezas y por sus problemas. Pareciera que estamos peleados definitivamente con la palabra racionalidad. "Todo se vende, nada se conserva", podría ser nuestro lema. Pero hay algo diferente: los pueblos no se rinden. De Esquel a
Chilecito, por ejemplo, se pelea firme contra las mineras envenenadoras de aguas y tierras. Los responsables sonríen como si todo fuese un chiste. Pero la gente está en las calles. No se queda mirando el caño. Leleque es un lema. Llego a Esquel y me regalan fotocopia completa de mi periódico La
Chispa, que edité hace medio siglo. (Al que le puse sin problemas el subtítulo de "Primer periódico independiente de la Patagonia", nada menos.
Así me fue: me echó la Gendarmería Nacional -que para eso está- por "razones de seguridad". Le pregunté al oficial actuante: "¿La seguridad de quién?" "La seguridad de la Nación", me respondió.) Pero la Historia triunfa: esa colección de La Chispa con tales denuncias juveniles está hoy en la
biblioteca de Esquel y la joven generación esquelense la lee. Nada es superfluo ni en vano. Bien, leo la tapa de La Chispa del 24 de enero de 1959 y el título de tapa es "Leleque no pagar". Como si lo hubiese escrito hoy.
Relato ahí una asamblea de los estancieros patagónicos. Digo que en esa asamblea se puso en descubierto una vez más "la falta de respeto por la ley en que se actuó contra los intereses de los trabajadores argentinos". "Entre los 'sacrificados ganaderos' -prosigo- se discutía el pago del aumento a los
peones del campo. No había acuerdo, cuando de pronto una figura larga y flaca como un fideo en salsa inglesa emergió para pronunciar estas definitivas tres palabras: 'Leleque no pagar'."
Era el administrador de la estancia de un millón de hectáreas de propiedad británica en medio de la tierra mapuche, allí, en la bella Chubut.
"Un atronador coro de voces aprobatorias se levantó en todos los estancieros. Si Leleque lo dice, si el inglés lo dice, no se paga y se acabó. Y como aplastante frase final, el inglés agregó: 'Leleque no tener
plata."
Y escribí entonces esta frase final de mi artículo: "Así es. Los latifundistas ingleses dicen no tener plata para pagar el pan de los trabajadores criollos que con el sudor de sus frentes mantienen a todos
estos misters y ladies de Londres, que se hallan prendidos como garrapatas en nuestra sangre. 'Leleque no pagar', esa frase pasará a la historia de la explotación inglesa de la tierra argentina".
Ha pasado medio siglo de ese artículo y de mi expulsión por gendarmes argentinos del territorio chubutense. Pero Leleque sigue igual. "Leleque no pagar." Sí, ya cambió de dueño esa tierra de un millón de hectáreas. No están más los ingleses, pero ahora está Benetton, de la italiana Treviso, que se compra todo. Ha desalojado a los mapuches Curiñanco y Nahuelquir, habitantes desde hace 14 mil años de estas tierras que conquistó Roca a balazo limpio de los Remington norteamericanos. Todo un símbolo. Pero los
Curiñanco y los Nahuelquir no se rinden. Han vuelto allí, a Leleque, de donde fueron sacados a garrotazos y puntapiés por orden de la Justicia benettoniana, perdón, argentina. Esos solícitos gendarmes, además de los garrotazos, destruyeron todos los sembrados de los Nahuelquir y los
Curiñanco. Doña Rosa Nahuelquir me muestra con sumo dolor: de los centenares de plantitas de frutillas sembradas por ella sólo dejaron cuatro plantitas.
Y me las muestra. Cuatro plantitas que sobrevivieron al arado uniformado del poder. Allí están, frescas, erguidas como muestras de la vida que no se entrega. De la verdad que no se rinde.
Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir han regresado ahora a la tierra donde fueron desalojados. Don Atilio, con su rostro de esas latitudes, me dice: "Yo soy un hijo de la tierra y le voy ser fiel a esta tierra. Ella me ha dado el alimento y yo seguiré acariciándola con las semillas. No me voy a ir, volveré siempre, por fidelidad a mis antepasados, que por siempre vivieron aquí. No voy a aceptar lo que manda un capitalista europeo y su Justicia y Gendarmería argentinas. Voy a estar aquí, fiel a esta tierra de
mis antepasados, a este viento que nos habla desde hace siglos".
Lo miro sorprendido. El hombre de la tierra se ha vuelto poeta sin saberlo.
Me habla desde dentro. Los ojos se le ponen rojos, pero no llora.
Pero Mariano Grondona dice que son "indios chilenos", mientras Benetton es occidental y cristiano. Europeo. Católico. Ahí está la diferencia. Los términos argentino y chileno se inventaron hace menos de doscientos años, mientras los mapuches vivieron 14 mil años sin fronteras elaboradas por los
occidentales y cristianos.
"Leleque no pagar", con acento británico. Leleque desalojar, con acento italiano. Pero con palabras argentinas aprobadas por su Justicia, por sus políticos y por sus gendarmes.
Pero allí están los Curiñanco y los Nahuelquir en su choza hecha de cajones y con todos los fríos. El juez no les permite hacer fuego en invierno, porque la estancia es de Benetton, el millonario que se compra todo. Los hombres de la tierra no pueden hacer fuego para entibiar sus manos como lo hicieron desde aquellos tiempos en que no había dólares, ni Remington, ni conquistadores del desierto, ni Justicia y política, ni argentina ni chilena. Pero, como dice el papa Ratzinger, hay que rezar el rosario.
El administrador inglés de Leleque grita en la Sociedad Rural: "Leleque no pagar". Benetton se mira en el espejo todas las mañana y se golpea el pecho gritando: "Leleque es mío, mío, mío". El sabio Alexander von Humboldt escribe en 1800, maravillado, que "los pueblos originarios de América no tienen sentido de la propiedad. Todo es de todos". Los jueces y políticos argentinos sonríen en el espejo de Benetton. Hoy han despuntado en la tierra cuatro nuevas plantitas de frutillas de Rosa Nahuelquir.
Pero no es todo así en la Argentina. Hay jueces valientes en estas tierras.
Valientes porque se basan en el verdadero Derecho y no en el poder del dólar. El martes pasado, el presidente del tribunal de Zapala, Héctor Luis Manchini, reconoció a las comunidades aborígenes el derecho a impedir que empresas exploten sus recursos naturales. Así lo hizo la comunidad Logko
Purín, cerca de Cutral-Có, que se movilizó para impedir perforaciones de su tierra por la empresa estadounidense Apache Corporation. Que entonces inició juicio y pidió prisión para los habitantes que protestaron. No, dijeron
estos jueces valientes de Zapala. Se inicia así un nuevo capítulo que demuestra que las luchas no siempre son en vano. Que dentro del consenso en que "sólo tiene razón el de más plata" hay mentes honradas y corazones con latidos de justicia en nuestra sociedad.
Y seguimos con nuestra Justicia. También hay jueces que no podrían justificar sus procederes ante un Tribunal de Etica. Tenemos el increíble hecho de la prisión de seis trabajadores paraguayos que pidieron refugio en la Argentina después de ser torturados y vejados por la policía paraguaya.
Si ellos hubieran tenido algún delito que esconder, jamás se hubiesen presentado pidiendo refugio, sino que habrían huido por sus medios. Pero hete aquí que se les permite entrar a territorio argentino y cuando están en el Cepare (el organismo argentino que es el Comité para la Elegibilidad de los Refugiados) son detenidos por la policía argentina. Una barbaridad bien
argentina, considerando que ése es el lugar donde debe existir protección a los que solicitan refugio (sinceramente, en mis largos años de vida, nunca escuché algo así, la detención de refugiados en la propia organización que debería protegerlos o por lo menos aconsejarlos). Se ha demostrado que Paraguay es un país donde se transgreden a diario los derechos humanos, por sus crímenes políticos oficiales, la persecución de trabajadores que luchan por sus derechos, etcétera. Países como Brasil han reconocido a esos refugiados, pero el juez, doctor Lijo, señala algo que no podría creerse en un debate racional. Al hacérsele saber que en Paraguay hay torturas y crímenes políticos oficiales, respondió: "La tortura en las cárceles paraguayas es común a todo Latinoamérica, por lo que no puede resultar una particular razón para impedir la extradición". Y que "Paraguay es un estado de derecho y por más que la defensa haya acreditado determinados casos (con persecución y tortura) ello debe discutirse allá, no acá, porque sería violar la soberanía paraguaya". Fíjese el lector la aberración de esta opinión del juez: es lo mismo que en el gobierno de Isabel Perón, jueces de todos los países donde buscamos refugio por ser perseguidos por las Tres A, algún juez extranjero hubiera negado ese refugio empleando el argumento de este curioso juez Lijo. Lo más cruel es que estos humildes trabajadores paraguayos hace ya más de un año que están presos en la Argentina, separados de sus familias, con hijos pequeños. Aquí debemos reaccionar todos, se trata del derecho a la vida contra regímenes de una crueldad indescriptible.
Parece que en todos lados se trata de destruir las plantitas de frutillas.
Pero siempre por lo menos cuatro de ellas van a seguir creciendo. A la vida no la podrán matar ni los asesinos pagados ni los que compran todo, hasta las conciencias.

Ivan Cepeda Premio Medalla de la Libertad Derechos Humanos New York EEUU















Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado


From: Secretaría Técnica < secretariatecnica2encuentro@yahoo.com >
Date: 21-jun-2007 16:33
Subject: [movice] DISCURSO DE IVÁN CEPEDA, GANADOR DEL PREMIO MEDALLA DE LA LIBERTAD ROGER BALDWIN. NUEVA YORK, 20 DE JUNIO, 2007
To: impulso-movice@lists.riseup.net, movice@lists.riseup.net

[Movice]
DISCURSO DE IVÁN CEPEDA, GANADOR DEL PREMIO MEDALLA DE LA LIBERTAD ROGER BALDWIN. NUEVA YORK, 20 DE JUNIO, 2007

Señoras y señores:

Hace más de una década, ante el homicidio perpetrado contra mi padre, el último congresista sobreviviente del movimiento político Unión Patriótica, dejé la academia y decidí consagrar mi vida a la protección y promoción de los derechos humanos. Elegí trabajar con las víctimas de crímenes contra la humanidad.

Son múltiples las caras del reto que implica intentar superar esta experiencia traumática. En primer lugar, la impunidad. La impunidad no es, como se piensa a menudo, la sola ausencia de sanción judicial. La impunidad es la condición legal y culturalmente instituida por un estado que ha cometido crímenes masivos. La impunidad crea una nueva articulación de relaciones entre los perpetradores y las víctimas, en la que las víctimas son tenidas bajo el control de quienes han utilizado métodos de terror. Por esta razón, es fundamental preservar en la memoria las campañas de exterminio del pasado. Pero es igualmente importante ser conscientes de las estructuras de opresión del presente.

Bajo ciertas circunstancias puede ocurrir también que la impunidad abierta ceda su lugar a otras formas de dominación, y se esconda tras procedimientos de reparación humanitaria. Reducida a una forma de compasión, la reparación corresponde a un concepto de víctima que priva a las personas de su condición de actores con iniciativa. Esta clase de tratamiento de las víctimas perpetúa la desposesión de atributos jurídicos y políticos para grupos e individuos.

Durante estos años de lucha contra la impunidad, paulatinamente llegué a la convicción de que es necesario hacer conciente la diferencia entre la actitud humanitaria, y la concepción propia de los derechos humanos que son, a mi juicio, un proyecto político.

No tengo nada en contra de mitigar las consecuencias de las enfermedades, las catástrofes naturales, o los sistemas económicos y políticos arbitrarios. No obstante, la tarea de los defensores de derechos humanos no consiste solamente en aliviar el sufrimiento. Como dice uno de los grandes abogados en este campo, Roberto Garretón: 'No basta con luchar para que un individuo no sea torturado. Necesitamos abolir la tortura'. Eso quiere decir que es imperativo transformar el sistema que produce el genocidio, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, el secuestro, el desplazamiento forzado. Los derechos humanos son la vía más universal para construir ese ideal de convivencia justa: la democracia.

Como otras naciones, en su historia reciente mi país ha sufrido los efectos de los crímenes contra la humanidad. Pero con una peculiaridad sustancial. En contraste con otras sociedades en las que también han acontecido el genocidio y la guerra, en Colombia las atrocidades se han escondido bajo un sistema de democracia simulada. El de mi país es tal vez el caso más ilustrativo de los extremos a los que se llega a través del formalismo legal y de un modelo de aparente participación ciudadana.

Ante tal situación, el actual gobierno colombiano ha optado por una actitud negacionista. Contra toda evidencia, niega que exista el conflicto armado que afecta el país por más de cuatro décadas, y ahora busca persuadir a la comunidad internacional de que entramos en la era del posconflicto y la transición. Asimismo niega que existan víctimas de la acción del aparato estatal. Y sobre todo niega que los grupos paramilitares hayan sido una creación de políticas de Estado, y que sigan actuando.

En Colombia el paramilitarismo es la demostración más consistente del carácter simulado de la democracia. Durante las últimas dos décadas, cerca de 20.000 personas fueron enterradas en sepulturas clandestinas en todos los rincones del país. Por medio de estas cruentas campañas, los paramilitares y las fuerzas armadas estatales impusieron gobiernos locales totalitarios. Cerca de 4' 000.000 de personas, el 10% de los colombianos, fueron desplazadas por la fuerza para usurpar sus tierras. Así, el paramilitarismo de Estado ha sido una estrategia de imposición de un poder despótico y de acumulación de riquezas y territorios.

Cerca de un centenar de los más estrechos colaboradores del presidente Álvaro Uribe están siendo investigados por la Fiscalía General y la Corte Suprema de Justicia por sus nexos con los grupos paramilitares. Esto demuestra que la desmovilización paramilitar es una ficción. El desmonte definitivo de las redes paramilitares es un paso ineludible en la búsqueda de democracia.

Las víctimas de la violencia en Colombia necesitan mucho más que asistencia humanitaria. Su realidad requiere ser reconocida. Su participación auténtica en todos los procesos sociales y políticos debe ser garantizada, sin que se les imponga una falsa reconciliación.

Expreso mi agradecimiento a Human Rights First por haberme distinguido con esta prestigiosa medalla. Asimismo agradezco a la organización que postuló mi nombre US Office on Colombia. Este galardón es un revelador respaldo internacional a las víctimas de crímenes de Estado. Quiero dedicar este premio a todos los que hacen esfuerzos por erradicar los crímenes contra la humanidad en mi país: a las comunidades que resisten hoy al despotismo, a los defensores y defensoras de derechos humanos, a las organizaciones que pertenezco –el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado, y el Movimiento Hijos e Hijas por la Memoria y contra la Impunidad-. También dedico esta distinción a Brigadas Internacionales de Paz que desde hace años nos acompaña solidariamente, garantizando que podamos seguir trabajando en el país.

Pero en especial, deseo consagrar este premio a una defensora de derechos humanos, que además de ser mi interlocutora permanente, me ha acompañado a mí y a muchas otras víctimas de la violencia en Colombia con su luminosa presencia, su sensibilidad humana y su inteligencia. Se trata de Claudia Girón, quien además de ser mi colega, es mi esposa. Con ella comparto este honroso reconocimiento.

El efecto Whisky comenzó Decadencia EEUU Economía en caída












Comenzó la quiebra de la economía de EE.UU Por: Richard C. Cook

Es oficial. Anótalo en tu calendario. Ha comenzado la quiebra de la economía de EE.UU. Fue anunciada el miércoles por la mañana, el 13 de junio de 2007, por los escritores de economía Steven Pearlstein y Robert Samuelson en las páginas del Washington Post, uno de los medios más destacados y preferidos de la elite monetaria de EE.UU.

La columna de Pearlstein tenía por título: El boom de la captura de empresas a punto de quebrar" relacionada con la extraordinaria cantidad de deuda incurrida comparada con los beneficios reales de las compañías "capturadas" .

En lenguaje notablemente alarmista para las páginas usualmente ultra-insulsas del Post, Pearlstein escribió: "Es imposible predecir con exactitud cuando de llegará el momento de la verdad y todos terminen por darse cuenta de que los precios que son pagados por esas compañías, y la deuda incurrida para apoyar las adquisiciones, son insostenibles. Cuando eso ocurra, no será nada bonito. En general, caerán los precios de las acciones y las valoraciones de las compañías. Los bancos anunciarán dolorosas pasos a pérdida, algunos fondos de alto riesgo cerrarán sus puertas, y los fondos de inversión informarán de rentabilidades decepcionantes. Algunas compañías se verán forzadas a la bancarrota o a la reestructuración."

Además, "la caída de los precios de las acciones llevará a las compañías a reducir sus contrataciones y sus inversiones, mientras los gobiernos se verán obligados a aumentar los impuestos o a reducir los servicios, ya que disminuirá el ingreso en concepto de impuestos sobre las ganancias de capital. Y la combinación de la reducción de la riqueza y de las mayores tasas de interés terminará por llevar a los consumidores a dar marcha atrás en su consumo financiado con deudas. Sucedió después de los colapsos de los bonos basura y los "ahorros y préstamos" a fines de los años ochenta. Sucedió después del descalabro de la burbuja de la tecnología y de las telecomunicaciones a fines de los años noventa. Y sucederá esta vez."

La columna de Samuelson: "El fin del crédito barato," dejó la puerta ligeramente abierta en caso de que el colapso no sea tan severo. Escribió sobre el tema de los aumentos de las tasas de interés: "A medida que aumenta el precio del dinero, la toma de préstamos y la economía podrían debilitarse. La profunda caída inmobiliaria podría empeorar. . Podríamos también descubrir que el prolongado período de crédito barato ha dejado una resaca desagradable."

Otros escritores que escriben desde plataformas menos prestigiosas que el Post han estado hablando también de la aproximación de una quiebra financiera hace un par de años. Entre ellos ha estado el economista Michael Hudson, autor de un artículo sobre la burbuja inmobiliaria con el título: "El nuevo camino a la servidumbre" en la edición de mayo de 2006 de Harper's.

Hudson ha estado hablando en esa entrevista de una "ruptura de la cadena" de pagos que conducirían a un "crac económico prolongado, largo" con "deflación de los activos," "incumplimientos masivos de pagos de hipotecas," y una "inmensa apropiación de activos" por los ricos que puedan proteger su efectivo mediante el lavado de dinero y la protección con bonos en divisas extranjeras.

Entre los que están listos para beneficiarse con el crac está el Grupo Carlyle, el fondo de alto riesgo que incluye a la familia Bush y a otros inversionistas de alto perfil con conexiones gubernamentales que dan acceso a informaciones confidenciales. Un memorando de enero de 2007 a los gerentes de la compañía del socio fundador William E. Conway, Jr., apareció recientemente que señalaba que, cuando termine el actual "entorno de liquidez" – es decir el crédito barato -, la "oportunidad de comprar será una ocasión que sucede una vez en una vida."

El hecho de que el crac esté siendo anunciado en las páginas del Washington Post muestra que es cosa hecha. Los Bilderbergers, o quienquiera que sea al que responde el Post, ya lo han decidido. Deja saber a todos para que no queda duda que es hora de cerrar las escotillas, ponerse a cubierto, acumular dos años de comida en latas, blindar sus activos, lo que sea.

Los que pagarán las consecuencias será la gente de a pie cuyos activos están cargados de deudas, tales como decenas de millones de deudores hipotecarios, millones de jóvenes que adeudan préstamos estudiantiles que según la nueva ley de bancarrota "reformada" en el año 2005 nunca podrán ser cancelados, o vastas cantidades de trabajadores con planes 401(k) [cuentas de jubilación patrocinadas por sus empleadores.] u otros planes de pensión que están combinados con el mercado de valores.

En otras palabras, suena como si estuviéramos en 2000-2002, pero tal vez en una escala mucho mayor. Entonces fue "sólo" el décimo peor mercado de caída de acciones en la historia. Ese entonces se desvaneció un billón de dólares.. Lo que convierte la situación actual en particularmente injusta es que la recuperación precedente que ahora llega a su fin – la de los "desocupados" – fue tan anémica.

Ni Perlstein ni Samuelson llegan al fondo de la crisis, aunque ellos, como Conway del Grupo Carlyle, subrayan el fin del crédito barato. Pero las tasas de interés son fijadas por gente que dirige bancos centrales e instituciones financieras. Podrán ser influenciados por "el mercado," pero el mercado es controlado por gente con dinero que quieren incrementar al máximo sus beneficios.

La clave para lo que está sucediendo es que la Reserva Federal se niega a seguir el modelo establecido durante el prolongado reino del presidente de la Fed , Alan Greenspan, reaccionando ante tendencias económicas tambaleantes con grandes infusiones de crédito como lo hizo durante la burbuja de las "punto.com de los años noventa y la burbuja inmobiliaria de 2001-2005.

This time around, Greenspan's successor, Ben Bernanke, Esta vez, el sucesor de Greenspan, Ben Bernanke, se queda tranquilo. Mientras la economía se balancea sobre el abismo, la Fed permite que las tasas se mantengan firmes. La Fed afirma que su política de tasas firmes se debe al peligro de aumentar "la inflación básica." Pero eso no puede ser verdad. El mayor ítem de consumo, casas y bienes inmobiliarios, está sobreviviendo artificialmente. Oficialmente, el desempleo es bajo, pero sobre todo gracias a puestos de trabajo mal pagados en el área de servicios.

Las materias primas han subido, incluyendo los alimentos y la gasolina, pero no es un motivo suficiente para permitir que se sumerja toda la economía nacional.

¿Así que qué sucede en realidad? En realidad, es simple. La diferencia en la actualidad es que China y otros grandes inversionistas del extranjero, incluyendo a magnates petroleros de Oriente Próximo, están diciendo a EE.UU. que si las tasas de intereses bajan, no seguirán llevando su dinero a EEUU. El tan necesario dinero para financiar los tremendos déficit comerciales y fiscal de EE.UU.

Desde luego nos metimos en este aprieto al transferir nuestras fábricas de manufacturas a China y otros mercados de mano de obra barata durante la última generación. La "hegemonía del dólar" está teniendo un efecto contraproducente. En los hechos, China está utilizando sus dólares estadounidenses para reemplazar al Fondo Monetario Internacional como prestamista a las naciones en desarrollo en África y otros sitios.

Como un insulto adicional, China ahora podría estar dictando una nueva generación de decadencia para los estadounidenses que se ven obligados a comprar sus productos en Wal-Mart llevando al máximo lo que queda de nuestra deuda disponible en tarjetas de crédito.

Hace cerca de un año, un antiguo funcionario del Tesoro de Reagan, que es ahora un conocido comentarista de la televisión por cable, dijo que China se había convertido en el "banco de EE.UU." y comentó que "ahora es más barato imprimir dinero que producir coches." Ja ja.

Es verdaderamente asombroso que ninguno de los candidatos políticos de la "línea dominante" de cualquiera de los partidos haya tratado este tema en su campaña. Lo que pasa es que todos están considerablemente financiados por la elite financiera que se beneficiará no importa cuánto vaya a sufrir la economía de EE.UU. Todos los candidatos, con la excepción de Ron Paul y Dennis Kucinich tratan a la Reserva Federal como si se tratara de la quinta imagen grabada en el Monte Rushmore. E incluso los así llamados progresistas guardan silencio. El fin de semana antes de que aparecieran los artículos de Perlstein/ Samuelson, hubo una inmensa conferencia progresista en Washington, llamada "Taming the Corporate Giant" [Domando al gigante corporativo]. Ni una sola sesión fue dedicada a temas financieros.

¿Qué es probable que ocurra? Yo sugeriría cuatro guiones posibles.


1.
Aceptación por la población de EE.UU. de una prosperidad disminuida y de un rol en decadencia en el mundo. Sonríe y aguanta. Vive con tus padres hasta que tengas cuarenta años en lugar de treinta. Trabaja dos o tres trabajos en tiempo parcial, si puedes encontrarlos. Muere joven si pierdes tu atención sanitaria. Declara bancarrota si puedes, o simplemente escápate de tus deudas hasta que vuelvan a imponer la prisión para deudores como lo han hecho en Dubai. Mientras tanto, China compra más y más propiedades, casas y negocios en EE.UU., como han sugerido economistas cercanos a la Reserva Federal. Si eres un inmigrante ilegal emprendedor, diviértete aumentando la economía clandestina, evita las licencias y los impuestos para negocios, y alquila grupos de casas a tus amigos.
2.
Los tiempos de crisis económica producen tensión internacional y los políticos tienden a ir a la guerra en vez de tener que escuchar la fea melodía de la economía. El ejemplo clásico es la depresión mundial de los años treinta que condujo a la Segunda Guerra Mundial. Las condiciones en los próximos años deberían ser tan malas como entonces. Podríamos tener una guerra verdaderamente grande si EE.UU. decide de una vez por todas armarse de valor y arremeter contra China, o quien sea. Si ya no quieren nuestros dólares o nuestros Bonos de deuda, ¿qué tal si les tiramos unas buenas bombas nucleares?
3.
Tal vez terminemos por tener finalmente una revolución sea de la derecha o del centro involucrando ley marcial, suspensión de la Declaración de Derechos, etc., combinada con alguna especie de dictadura militar o de trabajo forzado. En todo caso ya vamos a mitad de camino en esa dirección. Olvídate de una revolución de la izquierda. No les gustaría que alguien se enojara con ellos por ser demasiado radicales.
4.
¿Podría haber un verdadero intento de reforma, tal vez incluso un intento, aunque sea, sólo de volver al Nuevo Trato? Ya que las causas de la crisis son monetarias, así lo serían las soluciones. El primer paso sería que el Sistema de la Reserva Federal fuera abolido como un banco de emisión y una transformación del sistema de crédito de la nación en un servicio público genuino por el gobierno federal. De esta manera podríamos reconstruir nuestra infraestructura manufacturera y pública y desarrollar una política de garantía de los ingresos que beneficiaría a todos.

Esta última es la única solución sensata. Existen reformadores monetarios que saben cómo hacerlo si alguien les da una pequeña oportunidad.

Richard C. Cook es autor de "Challenger Revealed: An Insider's Account of How the Reagan Administration Caused the Greatest Tragedy of the Space Age." Analista federal en retiro, su carrera incluyó trabajo con la Comisión del Servicio Civil de EE.UU., la Administración de Alimentos y Drogas, la Casa Blanca de Carter, y la NASA , seguidos por veintiún años con el Departamento del Tesoro de EE.UU. Ahora es un escritor y consultor basado en Washington. Su libro "We Hold These Truths: The Hope of Monetary Reform," será publicado más adelante durante este año. Su sitio en la Red se encuentra en: www.richardccook.com.

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La Fórmula por Nuria Barbosa León

Una información llegada desde Argentina con el nombre de "Cifras Alarmantes", dice que en ese país sudamericano hay más de 260 mil niños desnutridos.

Señala además, que por cada infante que padece de desnutrición hay 60 adultos que no son pobres. El trabajador social Juan Carr, fundador de la ONG Red Solidaria, propone que los argentinos que no tengan problemas económicos se hagan cargos de esos infantes desnutridos.

Esa fantasía de que los ricos repartan su dinero fue planteada hace muchos siglos atrás por los utopistas franceses e ingleses, y, en toda la historia de la humanidad nunca se ha visto que un millonario done una parte de sus propiedades para que sean repartidas entre las grandes masas que no tienen que comer.

Yo tengo una fórmula sencilla para no que no hayan desnutridos en la sociedad, puede emprenderse en cualquier país, no importa la raza, el sexo o la creencia religiosa.

Lo primero que se debe hacer es hacer una captación rápida de los embarazos, someter a las gestantes a los exámenes diagnósticos para detectar enfermedades frecuentes en esa etapa de la vida de la mujer y tratarlas médicamente como es debido.

Luego se debe reforzar la dieta de las embarazadas con productos subvencionados por el estado, vincularlas con comedores obreros e internar a las mujeres con bajo peso como garantía de que reciben los alimentos que necesitan.

Ofrecerles las medicinas gratis, vacunarlas y seguirlas por consulta en más de 12 ocasiones durante los nueve meses. Ello reduce mucho los partos de recién nacidos con menos de 2500 gramos.

El bebé debe alimentarse los primeros meses de vida con la leche de pecho como único alimento y luego introducirle en su dieta todos los demás componentes alimenticios de acuerdo a la cultura de cada país.

El niño debe ser vacunado, recibir la visita de su pediatra, al menos, una vez al mes durante su primer año de vida y cada vez que lo necesite durante la infancia, todo de forma gratuita y con garantías para la salud.

Los niños y niñas deben recibir todos los alimentos subvencionados por el estado, no debe faltar su litro de leche diario, sus compotas y su yogurt.

Cuando se inicie en su edad escolar debe tener su almuerzo y merienda asegurado en su centro educacional, debe ser observado por el estomatólogo y por el oculista con pesquizajes frecuentes.

La dieta en su centro estudiantil debe reforzarse con vegetales y frutas para que le aporten al organismo todas las vitaminas para un desarrollo alimentario eficiente.

Cuando cumplen 12 años de vida, están en un período crítico porque su organismo se desarrolla biológicamente hacia la pubertad y su pensamiento transita hacia una etapa superior del crecimiento por lo que la dieta debe estar reforzada con las calorías que necesita para el ejercicio que realiza.

Una vez al día, en la secundaria donde estudia proporcionará una alimentación adecuada al entregarse el almuerzo sin costo alguno. La jornada de estudio durará dos sesiones diarias porque el adolescente necesita mucho de su grupo de amigos y nada mejor que tenerlos en la escuela.

Esta formula no es inventada por arte de magia, es lo que se aplica en Cuba hoy, y, parte de las experiencias adquiridas a lo largo del triunfo de la Revolución.

Si tiene todos los ingredientes a la mano y no sabe cómo ponerlos a funcionar, simplemente mezclemos para obtener algo homogéneo y verá que el resultado será un sistema socialista.

OJO, tendrá que resistir el acoso del imperialismo, 48 años de bloqueo, un duro Período Especial, las mentiras y calumnias de los grandes medios de la comunicación, las falsas acusaciones en la ONU, sanciones arbitrarias de organismos internacionales como la Comunidad Europea y mucho más, pero le aseguro que no es comparado a disfrutar de la sonrisa de un niño sano.
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Correo enviado From: Nuria Barbosa
Sent: Saturday, June 23, 2007 7:00 PM
Subject: Nuria
Les propongo "La Fórmula", un saludo desde la Isla de Todos. Nuria

Juicio Oral a Complice de Secuestros Torturas y Desapariciones Argentina Von Wernich Sacerdote La Plata Buenos Aires
















EL GENOCIDA VON WERNICH A JUICIO ORAL

El día 5 de julio del corriente, en la ciudad de La Plata, comenzará el juicio oral y público al cura Christian Federico Von Wernich, ex capellán de la policía bonaerense. Se lo juzgará por su participación en 7 homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad, delitos cometidos en cinco campos de concentración del “Circuito Camps”: Arana, Brigada de Investigaciones y Comisaría 5ta, todos del partido de La Plata, Puesto Vasco, ubicado en Bernal, Pozo de Quilmes y COT I Martínez.
Las audiencias se desarrollarán los días lunes y jueves a partir de la fecha mencionada y hasta el 13 de septiembre, en la Sala de Audiencias del edificio de Tribunales ubicado en 8 y 50, La Plata.
Este nuevo juicio oral nos encuentra en una situación de suma gravedad. Se cumplieron ya 9 meses de la desaparición de nuestro compañero Julio López y desde entonces las amenazas y agresiones a testigos, familiares, abogados, funcionarios judiciales y militantes populares no han cesado. Una vez más denunciamos que la impunidad reinante en la causa en la que se investiga la desaparición de Julio solo genera más impunidad y hacemos responsable al Gobierno de la integridad física de todos los que participaremos en este proceso.
También en esta oportunidad nos opusimos a que se realice un juicio contra un solo represor y acusándolo de un número limitado de delitos ya que esto multiplica los esfuerzos y constituye una enorme e injustificada demora en la obtención de justicia. El propio Von Wernich deberá ser juzgado nuevamente por otras víctimas y muchos otros represores deberán dar cuenta de los mismos delitos que se investigarán en este juicio. Sostenemos que esta mecánica dilatoria es un aporte más a la impunidad.
Sin embargo, nuevamente participaremos del proceso oral representando a la mayoría de los querellantes. En el juicio a Miguel Osvaldo Etchecolatz logramos un fallo histórico: por primera vez un tribunal reconoció que en nuestro país se cometió un genocidio. En éste, nos proponemos mostrar que Von Wernich fue una pieza clave de ese genocidio.
Es hora que el discurso del Gobierno se transforme en hechos, el Procurador General de la Nación Esteban Righi debe instruir al fiscal, que es quien representa al Estado en la causa, para que se sume al pedido de que el Tribunal condene a Von Wernich por genocida.
No queremos más palabras, queremos justicia, queremos condena a todos genocidas por todos los compañeros.
La Plata, 22 de junio de 2007

Asociación Anahí; Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos; Central de Trabajadores Argentinos (CTA) La Plata-Ensenada; Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Prov. de Bs. As.; Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU); Centro por los Derechos Humanos Hermanos Zaragoza; Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH); Comité de Acción Jurídica (CAJ); Comité de Defensa de la Etica, la Salud y los Derechos Humanos (CODESEDH); Familiares de Desaparecidos, La Plata; Fundación Investigación y Defensa Legal Argentina (FIDELA); H.I.J.O.S. Regional La Plata; Liberpueblo; Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH); Madres de Plaza de Mayo, La Plata. Integrantes de Justicia Ya! La Plata.
Teléfonos de contacto:
Carlos Zaidman: (0221) 15-573-1407
Verónica Bogliano: (0221) 15-523-4618
Guadalupe Godoy: (011) 15-5113-1589
Myriam Bregman: (011) 15-4170-2398
Nilda Eloy: (0221) 15-586-5035

Juventud cubana saluda y apoya a Fidel Castro Ruz Cuba imbatible













Los jóvenes cubanos apoyan Reflexión y Manifiesto de Fidel al pueblo de Cuba.


Declaración del Buró Nacional de la UJC en apoyo a las Reflexiones de Fidel
Creemos en el futuro libre y soberano de Cuba

Jóvenes cubanos descienden de la escalinata universitaria
Aseguran que «los que apuestan a un futuro de concesiones y entregas, nada podrán esperar de la juventud cubana»

Correo: digital@jrebelde.cip.cu

22 de junio de 2007 00:59:37 GMT
Comandante en Jefe, Fidel Castro
Querido Fidel:

Los que apuestan a un futuro de concesiones y entregas, nada podrán esperar de la juventud cubana. Los jóvenes de esta tierra creemos, con profunda convicción, en el futuro libre y soberano de Cuba; en la continuidad de la obra que construimos y en la fidelidad de los revolucionarios de ahora y de siempre.

Otra vez está errado el señor Bush, si cree posible adueñarse de nuestro territorio. Ignora torpemente la historia de un pueblo que conoce el valor de la soberanía conquistada con la sangre y el sacrificio de sus mejores hijos.

Cuando la Revolución apenas nacía, el imperialismo apostó por su muerte prematura y subestimó la fuerza de los jóvenes; trató de intimidarlos matando un maestro y se sumaron miles; trató de enlutarlos con bombas y ataques mercenarios, pero el dolor se convirtió en la palabra «Fidel» escrita con la noble sangre de un combatiente casi niño.

Numerosas generaciones de cubanos hemos continuado la obra, sorteando dificultades, asumiendo retos. Nunca hemos dejado de sentir la responsabilidad histórica de vivir en un país que se decidió a cambiar todo lo que debía ser cambiado, pero la necedad del imperio es hoy mayor que nunca, su odio ha crecido a la par de nuestros éxitos y sus planes de conquista son abiertamente conocidos.

Comandante, sus Reflexiones constituyen profundas enseñanzas para la juventud y acrecientan nuestra convicción de ser imbatibles en cada trinchera en que nos corresponde defender la Patria, la Revolución y el Socialismo.

Ratificamos nuestro compromiso de combatir enérgicamente contra todo pensamiento y acción colonizadora. Contamos con la guía de nuestro invencible Partido, con la inteligencia y la cultura que la Revolución ha desarrollado en nosotros y la indoblegable convicción de vencer al costo de nuestras propias vidas.

Los jóvenes cubanos apoyamos su Reflexión y Manifiesto para el pueblo de Cuba del día 18 de junio de 2007; patentizando defender por siempre nuestra libertad. Respaldamos el derecho de nuestro país a adquirir todas las armas necesarias para su defensa frente a las continuas amenazas del más poderoso y brutal adversario.

No concebimos un futuro sin socialismo e independencia, para eso trabajamos y lo hacemos convencidos de que el imperio no tendrá jamás a Cuba. ¡Lo juramos!

Buró Nacional de la UJC

Cuba Ingestigadores Creación Formación Desarrollo Capital Humano Socialismo Revolución Cubana

















LA ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO Y EL SOCIALISMO: ¿HAY UNA OPORTUNIDAD
PARA EL DESARROLLO?


Dr. Agustín Lage. Centro de Inmunología Molecular

Los resultados de la Revolución Cubana en la formación masiva de
capital humano y en la construcción de una base material y de cuadros
para la investigación científica, han sido ampliamente divulgados, y
son reconocidos por amigos y enemigos. Pero esto es solo la mitad de
la historia. Mucho menos estudiado ha sido el esfuerzo por conectar la
ciencia con la economía.

Este artículo pretende introducirse precisamente en esa segunda mitad
de la historia; más reciente y quizás menos obvia que la primera. Este
segundo proceso (la interconexión de ciencia y economía) no es
espontáneo: requiere estrategia y conducción. Tampoco es independiente
del contexto sociopolítico concreto, nacional e internacional.

En realidad, ambos procesos, técnicos en primera aproximación, tienen
una lectura política. Subyacente al enorme esfuerzo educacional y la
masiva formación de recursos humanos, está la posibilidad de
inversión social que se genera cuando los excedentes de la producción
dejan de estar en manos de una burguesía consumidora, y anti-nacional,
como la que existe en los países subdesarrollados de capitalismo dependiente.

Los fenómenos sociopolíticos que subyacen al proceso de interconexión
de la ciencia con la economía son menos evidentes a primera vista y
han sido menos estudiados en la literatura. Ello se debe a que el
impacto directo de la creación y de la circulación organizada de
conocimientos en la economía es un fenómeno relativamente reciente (se
populariza el término Economía del Conocimiento a partir de la década
de los 80) y no ha habido tiempo histórico suficiente para acumular
datos empíricos y extraer de ellos las regularidades.

Además, la literatura disponible sobre Economía del Conocimiento
proviene principalmente de los países capitalistas industrializados, y
al igual que mucha otra literatura económica proveniente de ahí,
abunda en el tema de la gestión pero soslaya el tema de la propiedad,
que es el determinante fundamental de los vínculos entre el desarrollo
de las fuerzas productivas y la conformación del sistema social de
relaciones entre los hombres. Tal limitación explica la incapacidad de
muchas aproximaciones teóricas al tema de la Economía del
Conocimiento, para describir adecuadamente lo que está sucediendo y
diseñar propuestas para la acción consciente.

Tal limitación explica también la ingenuidad de ver la función social
de la ciencia como “neutra” o inherentemente liberadora, y la
incapacidad para descubrir (y denunciar) su rol dual: como instrumento
de dominación y polarización creciente de la humanidad, y como
oportunidad de desarrollo y conquista de la justicia social.

El autor de este trabajo no es un economista, ni tampoco se desempeña
en el estudio de la ciencia como proceso social. Esto puede explicar
(y quizás excusar) las limitaciones que un lector experto encontrará.
Pero ha tenido la oportunidad de trabajar en la transformación de un
colectivo científico académico en una organización de
“investigación-producción” dentro del sistema de la Biotecnología
Cubana, experiencia esta repetida en Cuba por varios colectivos y en
la que se han hecho evidentes, en la práctica concreta, las
complejidades y oportunidades inherentes a la construcción de
conexiones sostenibles entre la ciencia y la economía. Esto podría
explicar la percepción del deber en dejar expuestas las ideas que han
ido surgiendo, con la esperanza de que sirvan a otros como “materia
prima” para la sistematización de un pensamiento sobre el tema.

La experiencia cubana en este campo (no solo en el desarrollo
científico en sí, sino en la vinculación de la ciencia con la
economía) tiene la particularidad de ocurrir en un país sin desarrollo
industrial precedente, de economía pobre (en términos de PIB); y de
apoyarse además en posibilidades del socialismo.

En América Latina, durante los años 90, fue la única alternativa al
neoliberalismo que se llevó de manera consecuente a la práctica. En el
momento en que se escribe este trabajo, los procesos populares
revolucionarios en Venezuela y Bolivia están construyendo también sus
propios caminos.

No obstante, en este campo específico de la Biotecnología, la
experiencia cubana sigue siendo singular y por tanto de indispensable
análisis para la comprensión, que apenas se está empezando a
conformar, del impacto social y de la peculiar mezcla de amenazas y
oportunidades, vinculados a las nuevas funciones del conocimiento en
los sistemas económicos.

El camino que proponemos recorrer en este trabajo parte de la
descripción de algunos rasgos y datos esenciales de la obra
fundacional de construcción de capacidades científicas en Cuba, así
como de su expresión en el caso particular de la Biotecnología para
intentar después discutir cómo el esfuerzo por lograr que esas
capacidades se expresen también como un activo de la economía
socialista cubana en sus relaciones y batallas con el capitalismo
circundante, pone de manifiesto los mecanismos por los cuales la
ciencia puede operar como instrumento de opresión en manos del
capital, o como instrumento de liberación en manos de los oprimidos.

El lector encontrará entonces en este trabajo cuatro tesis principales:

La primera es que la experiencia exitosa de la Biotecnología Cubana,
aunque es frecuentemente divulgada y comprendida en sus impactos
médicos y científicos, es esencialmente una experiencia de
construcción de conexiones entre la ciencia y la economía. Ese es el
proceso principal.

La segunda es que lo que está sucediendo en el sector de la
Biotecnología en Cuba es expresión de un fenómeno más amplio dado por
el surgimiento de una Economía basada en el conocimiento, que se
expresa primariamente en sectores de alta tecnología, como la
biotecnología, la microelectrónica, las telecomunicaciones, el
software, etc., pero que irá penetrando crecientemente todas las ramas
de la economía.

La tercera es que la ciencia, al insertarse cada vez más en los
sistemas económicos asume un papel dual: por una parte puede
convertirse en una amenaza para las aspiraciones de desarrollo
económico y justicia social, a medida que el sistema capitalista
reacciona intentando privatizar el conocimiento y usarlo para ampliar
aun más las desigualdades; pero por otra parte puede convertirse en
instrumento de liberación y desarrollo en la medida en que el intento
de privatización del conocimiento hace más evidente las
contradicciones del capitalismo. Así, la construcción de conexiones
eficientes entre la ciencia y la economía se convierte en un
componente esencial de la lucha histórica por acelerar el tránsito del
capitalismo al socialismo.

La cuarta es que, como todos los aspectos de la construcción del
socialismo, este proceso es algo que no se puede dejar en manos de
mecanismos ciegos, sino que requiere conducción consciente, en lo cual
la experiencia cubana ya va dejando conocimientos que merecen ser
sistematizados.

ANTECEDENTES: LA FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO

Cuando en enero de 1960 Fidel Castro dijo que “el futuro de nuestra
patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia,
de hombres de pensamiento”, el país tenía más de un 20% de analfabetos.

En la campaña de alfabetización de 1961 participaron 271 000
alfabetizadores voluntarios y 700 000 personas fueron alfabetizadas.
Esta épica batalla fue continuada por la formación masiva de maestros,
la creación de un sistema de educación totalmente gratuito, la
construcción de escuelas primarias, secundarias y preuniversitarios en
todas las provincias y la expansión de la educación superior.

Entre 1959 y el 2002 la cantidad de escuelas pasó de 7 679 a 12 717,
el personal docente se multiplicó por 10, pasando de 22 800 a 258 000
y la matrícula total en todos los niveles de enseñanza pasó de 811 300
a 2 430 000.

La cantidad de centros de educación superior ascendió de 3 a 54, con
presencia de la docencia universitaria ahora en todas las provincias
del país y un proceso en marcha de expansión hacia todos los
municipios, con más de 900 filiales universitarias.

Conjuntamente con la red educacional, y partiendo de bases
prácticamente inexistentes en la etapa prerrevolucionaria, comenzó a
surgir y a expandirse la red de instituciones de investigación
científica hasta llegar a su composición actual de 221 centros de
investigación, en donde laboran más de 31 000 personas. El número de
investigadores dedicados en jornada completa a la investigación
científica se estimó en el año 2000 en 5 378, para un indicador de
1,15 por cada 1000 personas en edad económicamente activa. Si se
incluyen también los profesores universitarios, este indicador sube a
3,0, cifra muy superior a la media de América Latina y equivalente a
las estimadas para España, Holanda o Austria.

A partir de la década de los setenta, miles de jóvenes científicos
complementaron su formación en el extranjero. Hasta diciembre de 2000
se habían entregado en el país 5 662 títulos de Doctor en Ciencias.

Cuba tiene actualmente los índices de maestros por habitante (y de
médicos por habitante) mayores de mundo.

Este proceso educacional tuvo y sigue teniendo dos profundas raíces
políticas. Una es el abandono de la ingenua idea de algunas teorías
del desarrollo que suponen que la educación, la salud, la ciencia y la
cultura vendrán algún día como consecuencia del desarrollo económico.
La estrategia práctica de la Revolución Cubana fue exactamente la
inversa: la educación, la salud, la ciencia y la cultura son, en el
mundo actual, pre-requisitos del desarrollo económico. A ellos hay que
acceder directamente y rápido.

El acceso a la educación, la salud y la cultura además, tiene que ser
masivo y equitativo. Esto hay que construirlo con voluntad política y
no dejarlo en manos de supuestos mecanismos espontáneos. La justicia
social se alcanza desde la política, no desde la economía. El
desarrollo económico vendrá después, apoyándose en esto.

La otra raíz política nutricia del desarrollo educacional está en el
origen de los excedentes económicos que hacen posible la inversión en
capital humano. Estos recursos existen, aun en las economías
subdesarrolladas, pero son apropiados por las burguesías nacionales
(antinacionales) y en gran parte transferidos hacia las economías de
los países ricos.

La interrupción revolucionaria de este círculo vicioso del
subdesarrollo puso en manos del país los recursos necesarios para el
impulso educacional masivo. Esa base de capital humano sirvió de
plataforma de despegue para el desarrollo científico de los últimos 20 años.

EL SECTOR DE LA BIOTECNOLOGÍA EN CUBA Y SUS REGULARIDADES

La Biotecnología es esencialmente un proceso industrial, en el que las
conexiones con la investigación científica (que todos los procesos
industriales tienen) son muy evidentes. Pero lo esencial es el proceso
de fabricación. Como todo proceso de fabricación implica una
transformación de materias primas en productos finales; y la
particularidad de la biotecnología consiste en que esas
transformaciones ocurren en el interior de una célula viva. La célula
funciona como fábrica.

Procesos fermentativos en los cuales un cultivo celular produce a
escala industrial determinado producto (etanol o antibióticos por
ejemplo) han existido desde hace mucho tiempo. El hecho nuevo a
finales de los años setenta fue el surgimiento de la ”ingeniería
genética”: la capacidad para extraer, modificar o introducir a
voluntad genes en una célula, y cambiar así su metabolismo para
hacerla producir determinado producto.

Esta fusión de las tecnologías fermentativas para el cultivo celular
en gran escala con tecnologías de modificación genética de las
células, dio origen a una nueva industria, que se expresó en el
surgimiento de cientos de pequeñas empresas, lo cual comenzó en
algunos lugares de Estados Unidos en la década de los ochenta y en
Europa 10 años después.

Como unos años antes había ocurrido con la computación y la
microelectrónica, surgía ahora también con la Biotecnología, un sector
industrial que conectaba de manera muy visible y directa la
investigación científica con el desarrollo de procesos productivos y
la comercialización.

En Cuba, movido por una clara voluntad política y con la conducción
estratégica de Fidel, ocurrió un proceso de fundación de instituciones
biotecnológicas que cristalizó en lo que hoy conocemos como el “Polo
Científico” de la Biotecnología, y que agrupa más de 40 instituciones,
con más de 12 000 trabajadores y 7 000 científicos. Es el complejo
principal de instituciones, aunque no el único, pues también surgieron
centros en otras provincias.

La creación del Polo Científico de la Biotecnología fue una inversión
del Estado. Esta enorme inversión rompió el ciclo de “causalidad
circular” que opera entre los bajos ingresos de la economía y la
escasa inversión en ciencia y tecnología; que en los países
subdesarrollados se condicionan mutuamente.

En cualquier aproximación al estudio de la Biotecnología Cubana llaman
la atención tres fenómenos: la precocidad, la magnitud y los resultados.

En el momento en que surgen las instituciones que debían combinar la
investigación científica con el desarrollo de nuevos productos y
procesos productivos en este campo, la biotecnología era algo
incipiente y solo en algunos de los países más industrializados. Aún
hoy, la existencia de grandes instituciones biotecnológicas, con más
de 1 000 trabajadores (como hay varias en Cuba) es excepcional en
Estados Unidos y Europa, donde la empresa biotecnológica promedio
tiene algo más de 100 trabajadores.

De hecho en el sector biotecnológico europeo completo se estima que
trabajen no más de 60 000 personas.

No es el propósito de este artículo enumerar los productos, los
resultados científicos y los económicos que han ido surgiendo del
esfuerzo de la Biotecnología Cubana en los últimos 25 años. No
obstante, al lector carente de información previa pueden serle útiles
algunos apuntes:

Más de 20 biofármacos y vacunas incorporados al Sistema de Salud.

Más de 900 patentes depositadas.

Vacunas novedosas, con tecnología propia, tales como la meningitis B y
la del hemofilus.

Cuba es actualmente el país del mundo con mayor intensidad y cobertura
de vacunación (13 vacunas) en el mundo.

Drástica reducción de la incidencia de hepatitis B (resultado de la
vacuna recombinante), llegando a cero en la población menor de 15 años de edad.

Acceso amplio de toda la población a medicamentos de alta tecnología
(interferones, eritropoyetina, anticuerpos monoclonales y otros).

Red nacional de inmunodiagnóstico de alta tecnología que conduce a
pesquizaje perinatal con cobertura total para varias enfermedades.

Nuevos medicamentos para la reducción del colesterol y el tratamiento
del infarto.

Red nacional de neurodiagnóstico con equipos de alta tecnología.

Nótese que en esta enumeración hay datos no solo sobre productos y
tecnologías, sino sobre su impacto en modificación de indicadores de
salud a escala poblacional. En esto hay que leer no solo un fenómeno
sanitario, sino un indicador del nivel de inserción de la ciencia en
su contexto social.

Volveremos más adelante sobre este concepto de que el desarrollo
científico es básicamente el desarrollo de sus conexiones y su
integración con otros procesos sociales.

Los productos de la Biotecnología Cubana se exportan hoy a más de 50
países, y generan un flujo de caja positivo, que permite financiar la
propia expansión del sistema. Estos resultados son aun más notables
vistos en el contexto de la lenta maduración de la biotecnología como
sector industrial en el mundo. Más de la mitad de las empresas
biotecnológicas norteamericanas y la gran mayoría de las europeas, no
han logrado transitar a una rentabilidad por sus propias ventas; y el
sector de la biotecnología en su conjunto, tanto en Norteamérica como
en Europa se mantiene en “flujo de caja negativo”, consumiendo dinero,
que extraen de las abundantes fuentes de capital (inversionistas de
riesgo, bolsa de valores, etc.) que existen en las economías de los
países ricos.

También el surgimiento de la biotecnología en Estados Unidos coincidió
en tiempo con el crecimiento de la economía especulativa en el mundo
capitalista desarrollado, que desacopló en gran medida los flujos
financieros de la producción material; y la biotecnología no escapó a
las influencias de esa tendencia.

¿Qué puede explicar entonces el fenómeno de que la Biotecnología
Cubana, surgida en un país sin desarrollo industrial previo y bajo el
bloqueo paranoide de la mayor potencia del capitalismo mundial, haya
logrado construir en unos años balance económico positivo, impacto en
salud, cartera de productos, base de patentes y en fin, crecimiento?

Los cubanos tenemos la obligación de hacer este análisis. No podemos
dejarlo en manos de quienes “nos estudian” desde afuera, en el mejor
de los casos con una carga visible de superficialidad y prejuicios, y
en otros con intencionalidad ideológica.

Por supuesto que un análisis amplio de este tema no puede hacerse en
un solo trabajo, ni mucho menos por una sola persona. Lo que sigue
debe verse como una enumeración de hipótesis, que pueden servir de
punto de partida.

Son estas:

La Biotecnología Cubana partió de una sólida base de inversión previa
en educación y en salud. Sobre esto ya hemos hablado en la sección
sobre “La Formación de Capital Humano”.

La Revolución, en su ejecutoria práctica, fue muy coherente con la
idea de que la educación y la salud no se pueden asumir como
consecuencias distales del desarrollo económico, sino como derecho de
ejercicio inmediato y como pre-requisito para el desarrollo. Sin los
resultados de ese esfuerzo colosal hubiese sido imposible el
surgimiento de la Biotecnología en los ochenta.

La Biotecnología Cubana fue una inversión del Estado socialista. Nunca
hubiese sido posible por mecanismos “de mercado”; con su proverbial
orientación de corto plazo. La voluntad política y la conducción
estatal hicieron posible en Cuba además, el mantenimiento del esfuerzo
inversionista aun durante el período especial.

La propiedad social garantizó y garantiza la integración entre el
esfuerzo de las diferentes instituciones. El despegue no hubiese sido
posible si hubiésemos caído en la trampa de competir unos contra
otros. Es precisamente esa ilusión de competencia lo que fragmenta el
esfuerzo incipiente de otros países del tercer mundo en este campo, y
crea “costos de transacción” para negociaciones internas, que se
vuelven paralizantes.

Las instituciones se diseñaron como “Centros de
Investigación-Producción-Comercialización”, quedando así bajo una sola
administración el “ciclo completo” desde la investigación científica,
pasando por el desarrollo de productos y procesos productivos y
llegando a la comercialización, incluidas las exportaciones.

Se estrecharon así las conexiones entre investigación y producción en
ambos sentidos: en la dirección de acelerar el tránsito de resultados
científicos hacia nuevos productos y procesos; y en la dirección de
utilizar la información proveniente de la producción y el mercado para
fertilizar el diseño de nuevos proyectos de investigación.

Asimismo, surgió una institución de nuevo tipo, que no se ajusta al
esquema presupuestado de los centros científicos tradicionales, dado
que produce, exporta y reinvierte parte de sus ganancias, ajustando
los planes a las oportunidades económicas; pero que tampoco se ajusta
al esquema empresarial de la economía tradicional, dado que debe tener
en cuenta proyectos de rentabilidad en el largo plazo, debe conducir
investigaciones a riesgo y debe proteger sus recursos humanos aun en
períodos de dificultades económicas.

Aun tenemos pendiente la tarea de institucionalizar las
características y procesos de este nuevo tipo de organización, que
surgió en la Biotecnología pero que seguramente se extenderá a otros
sectores de nuestra economía.

La Biotecnología Cubana se planteó una estrategia económica
esencialmente exportadora. Es así por una razón práctica y una
ideológica. En términos prácticos el mercado doméstico de los países
pequeños no tiene volumen suficiente para generar operaciones que
absorban los costos fijos de la investigación científica y del sistema
de garantía de calidad. De hecho, las ganancias de las exportaciones
son las que financian el componente en divisa de las producciones que
se destinan a satisfacer (con toda prioridad) la demanda nacional.

Más importante aun que esta motivación práctica, es el concepto
ideológico de que las relaciones de los Centros de la Biotecnología
con el Sistema de Salud no pueden tener carácter “de mercado”. El
pueblo cubano no es “un cliente”: es el dueño socialista de las instituciones.

La investigación científica recibe un tratamiento “de inversión”. No
se trata de proyectos con salida impredecible que se asuman como
“gasto presupuestado”. Cada proyecto tiene un pronóstico de impacto
económico y una tasa de retorno esperada.

Aun aceptando que los proyectos de investigación-desarrollo tienen un
componente de riesgo mucho mayor que el de otros proyectos de
inversión (la ciencia es por definición el espacio de lo desconocido),
el ejercicio de diseñar desde el principio el ciclo completo de la
transformación del resultado científico en producto novedoso y de este
producto en proceso productivo con realización económica, es un
ejercicio imprescindible para no perder el rumbo en este tipo de
institución cuyo rasgo esencial está precisamente en la interconexión
estrecha entre la ciencia y la economía. La labor del dirigente
científico aquí es gestionar eficazmente esta construcción de conexiones.

La motivación de los trabajadores. En la Biotecnología, como en otras
industrias de la llamada Economía del Conocimiento, la productividad
depende directamente de la creatividad de los trabajadores y esta a su
vez de la motivación.

El éxito de la Biotecnología Cubana fue visto desde el principio por
todos, como parte de la defensa de socialismo en Cuba. Esta capacidad
cultural de poner siempre el esfuerzo concreto cotidiano dentro del
contexto mayor de los grandes objetivos nacionales ha sido una de las
direcciones principales del trabajo político en nuestros colectivos.
Estos fueron integrados de inicio por personas “motivados y
motivables” y esa motivación fue permanentemente reforzada por la
atención de los dirigentes de la Revolución, a partir del propio
Comandante en Jefe, y por la labor del PCC y la UJC.

¿Es la Biotecnología Cubana una especie de “singularidad económica”
difícilmente repetible en otros sectores de la economía cubana y/o en
otros países? Precisamente refutar esta interpretación superficial es
uno de los propósitos de este artículo.

Lo que ha estado sucediendo en la Biotecnología Cubana es algo que
podemos y debemos extender a otros sectores de nuestra economía; y
poner en el contexto mayor de la lucha por el derecho al desarrollo económico.

DESARROLLO ECONÓMICO Y ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO

La experiencia del sector de la Biotecnología en Cuba es básicamente
la de hacer surgir un sector de Economía basada en el Conocimiento, en
el contexto de un país industrialmente subdesarrollado.

El tema del desarrollo económico (o del subdesarrollo) y el tema del
tránsito a la economía basada en el conocimiento han producido mucha
literatura en las últimas décadas, pero curiosamente han sido tratados
por separado, y hay mucha menos literatura que trate ambos
simultáneamente. Mucha literatura sobre el desarrollo económico, como
es de esperar, proviene del sur. La literatura sobre Economía del
Conocimiento proviene casi toda del norte.

Obviamente no podemos intentar en este espacio resumir ambas. Nos
limitaremos a comentar algunas ideas que nos sirvan de base para
explorar cómo la experiencia práctica del desarrollo científico en
Cuba puede iluminar lo que hay en la intersección de estos dos campos:
el del Desarrollo Económico y el de la Economía del Conocimiento.

Les adelanto que lo que vamos a encontrar en la intersección es la
vieja polémica sobre el carácter social de la producción y el carácter
privado (en el capitalismo) de la apropiación.

El pensamiento reciente sobre el Desarrollo Económico está marcado
básicamente por tres ideas:

El reconocimiento (y la alarma) sobre la creciente polarización del
mundo, en un proceso indetenible de concentración de riquezas y
marginación de personas.

El reconocimiento de que el subdesarrollo económico no es una etapa
hacia el desarrollo, si no que al contrario, el subdesarrollo es la
otra cara del desarrollo. Ambos se condicionan y se causan mutuamente.

El agotamiento del neoliberalismo como estrategia de desarrollo
económico (si es que alguna vez lo fue).

Los países subdesarrollados son hoy el 85% de la humanidad, que vive
en 150 naciones.

En esa humanidad del sur hay 800 millones de personas (15% de la
población mundial) subalimentados y 1 300 millones viven en la pobreza
absoluta. Cada año de 13 a 18 millones de seres humanos mueren por
hambre. Un tercio de la población adulta mundial, 950 millones de
personas, son analfabetas.

En el polo de la riqueza, aproximadamente (según se clasifiquen) 40
países, vive menos del 20% de la población mundial, pero ellos
acumulan el 86% del Producto Interno Bruto (PIB) y realizan el 82% de
las exportaciones. Una extensa relación de indicadores de desarrollo
socioeconómico pudiera añadirse, pero todos dibujan el mismo cuadro:
hay una enorme brecha entre los países ricos y los países pobres; y
además esa brecha está creciendo. Las tendencias de la economía
mundial no conducen al desarrollo de ese 85% de la humanidad que es
pobre, sino a la profundización del subdesarrollo.

La idea de que los países subdesarrollados podrían repetir el camino
(con 200 años de diferencia) de industrialización que siguieron los
países hoy llamados “desarrollados” ha quedado definitivamente atrás,
y se hace evidente la realidad de que la causa verdadera del
subdesarrollo está en la continua extracción del excedente económico
generado por los países pobres y su transferencia a los países ricos.
Los polos del desarrollo y del subdesarrollo existen cada uno,
precisamente porque existe el otro.

La receta del fundamentalismo neoliberal: desregulación,
privatización, liberalización de los flujos de capital y mercancías
(no de personas), retirada del Estado a favor del mercado; no ha hecho
otra cosa que agravar el problema.

Es precisamente en ese contexto mundial, que comienza a ocurrir en los
países industrializados, la llamada “transición hacia la Economía del
Conocimiento”.

Se identifica con este término inicialmente a un conjunto de sectores
de la economía (microelectrónica, computación, telecomunicaciones,
biotecnología, nuevos materiales, etc.) caracterizados por productos y
servicios de alta tecnología y siempre cambiantes en los que el
conocimiento es el principal componente del costo y el precio; y el
acceso al conocimiento la principal “barrera de entrada” para el desarrollo.

Durante 200 años, la economía neoclásica reconoció dos factores en la
producción: el capital y el trabajo. El conocimiento (y la educación)
se consideraba un factor exógeno, una “externalidad económica”.

En la economía del siglo xxi el conocimiento pasa a ser un tercer
factor de producción y el crecimiento económico se vuelve cada vez más
dependiente de la acumulación de conocimientos. Aunque más visibles en
los sectores productivos de alta tecnología, antes mencionados, el
papel del conocimiento en los sistemas económicos está cambiando. De
hecho, cada vez más, la investigación científica es internalizada por
muchas empresas como parte de la “cadena de valor” y ello crea la
necesidad de una fuerza de trabajo cada vez más calificada y motivada.

La economía mundial se transforma en ese sentido. La aspiración al
desarrollo económico no puede ser más la aspiración a “construir un
pasado” de industrialización estandarizada de alto consumo de recursos
naturales y fuerza de trabajo poco calificada. Hay que luchar por
salir adelante, pero por salir hacia el tipo de economía a la que el
mundo va, no hacia el tipo de economía de la que el mundo viene. Hay
que tener mucho cuidado con esta confusión porque puede ser bien
utilizada por los explotadores de siempre.

EL TRÁNSITO A LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO: ¿AMENAZA U OPORTUNIDAD
PARA LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS?

¿Qué impacto puede tener el tránsito hacia una economía basada en el
conocimiento, sobre la ya vieja aspiración (y derecho) al desarrollo
económico? Este es el tema central de este artículo. Veamos qué
intuiciones podemos extraer de la experiencia de estos últimos 20 años.

El problema desarrollo-subdesarrollo es esencialmente un problema de
apropiación y distribución de los recursos producidos y de los medios
de producción. El conocimiento, al convertirse plenamente en un
“factor de producción” (junto a la fuerza de trabajo, las materias
primas y los bienes de capital) y también como un producto del trabajo
social, entra de lleno en la polémica sobre los recursos. Sin embargo,
al compararlo con las materias primas, la fuerza de trabajo o los
bienes de capital, vemos que el “recurso conocimiento” tiene rasgos
similares pero también características que lo hacen diferente. Estas
semejanzas y estas diferencias tenemos que conocerlas muy bien si
queremos que la Economía del Conocimiento sea más oportunidad que amenaza.

El conocimiento tiene un costo, y no es barato. Si se tiene en cuenta
que en muchos países desarrollados el sistema educacional absorbe
aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto, que las empresas
gastan otro 5% del PIB en capacitación, y que otro 3-5% se emplea en
investigación-desarrollo, se concluye que las economías más avanzadas
invierten hoy la quinta parte de su PIB en producir y diseminar
conocimiento, lo cual es más que lo que esas mismas economías
invierten en la formación de capital tradicional.

El costo del conocimiento se transfiere al costo y al precio de los
productos. En la medida en que el conocimiento se ha hecho limitante y
ha dejado de ser un elemento de “externalidad” libremente accesible,
las empresas tienen que pagar por él: ya sea por adquirirlo (patentes,
transferencia de tecnologías, etc.) o por generarlo.

Este conocimiento incorporado es fuente de valor; porque es una
expresión del trabajo. Según Marx el valor de la mercancía solo surge
del trabajo: es precisamente la fuerza de trabajo la única capaz de
generar valor. Pero en ese proceso operan tanto el “trabajo inmediato”
que ocurre durante el proceso concreto de manufactura, como el
“trabajo general” que se incorpora al valor a través de los
conocimientos y las tecnologías. El propio Marx lo define así: “Es
trabajo general todo trabajo científico, todo conocimiento, todo invento”.

Pero el recurso “conocimiento” tiene también particularidades que lo
diferencian de otros recursos. La tierra, los recursos naturales, la
fuerza de trabajo y el capital son finitos. Se puede poseer mucho,
pero tarde o temprano se agota. El conocimiento por el contrario es
infinitamente expansible: siempre se puede generar más. El
conocimiento por otra parte no “se gasta”. Dos empresas no pueden usar
al mismo tiempo la misma parcela de tierra, ni la misma brigada de
trabajadores; pero si pueden usar simultáneamente el mismo conocimiento.

Algunos han llevado esta idea al extremo de decir que el conocimiento
es accesible y que no puede ser “apropiado”. Como veremos más adelante
esta extrapolación es falsa; y uno de los procesos más complejos y
peligrosos del capitalismo actual consiste precisamente en el intento
de encontrar formas de privatizar el conocimiento. Aunque también es
cierto que el conocimiento es más difícil de privatizar que la tierra
y los bienes de capital; y ahí radica precisamente la oportunidad.

El conocimiento rara vez es aplicable directa o inmediatamente. Su
aplicación requiere en numerosos casos de nuevo conocimiento,
vinculado al contexto concreto, nacional o local en que se usa. El
conocimiento por último, se deprecia muy rápidamente al ser sustituido
por conocimiento nuevo. No se puede “almacenar”.

Estos dos últimos rasgos implican que las ventajas o desventajas que
derivan del papel del conocimiento en la economía dependen menos de la
cantidad de conocimiento que hoy se tiene, como de la capacidad de
generar rápida y continuamente, nuevo conocimiento. Es en el sistema
de ciencia e innovación tecnológica donde está el centro del problema.

El conocimiento, como cualquier otro recurso, tiene una
“productividad”, una especie de rendimiento o retorno de la inversión
en conocimiento. Sobre esto no hay mediciones, ni siquiera una teoría;
pero sí la intuición de que el mismo esfuerzo de generación de
conocimientos produce retornos económicos diferentes en distintos
contextos. Algunos datos publicados a nivel macro sustentan tal
intuición. Por ejemplo, los indicadores de actividad científica en la
segunda mitad del siglo xx en Inglaterra eran superiores a los de
Alemania y Japón; mientras que los indicadores de crecimiento
económico se comportaban al revés.

De manera que, cuando empezamos a ver al conocimiento como recurso
productivo, vemos también que disponer de este recurso es una cosa, e
invertirlo bien para obtener retorno económico, es otra. Ello nos
lleva inmediatamente a la idea de que disponer de un sistema de
Ciencia e Innovación Tecnológica es una cosa, y conectarlo inteligente
y eficazmente con el aparato productivo, es otra. La ciencia es
obviamente, condición necesaria, pero ni con mucho condición suficiente.

La conexión de la ciencia con la economía es el tema principal.

A medida que la ciencia, y el conocimiento que esta genera se han ido
convirtiendo en un factor directo de la producción, la necesidad de
reforzar los vínculos entre ciencia y economía ha ido generando
fenómenos nuevos y cambios en el comportamiento de las empresas hacia
la investigación científica.

Un primer cambio es la creciente inversión de las empresas para
financiar investigaciones científicas, mediante diferentes modalidades
de contratos o alianzas con instituciones académicas o universitarias.
Los datos de la década del noventa registran que más del 50% de la
actividad científica no-militar en los principales países
industrializados, es financiada por la industria privada y esta cifra
sobrepasa el 70% en Japón.

Otro cambio, que se superpone en el tiempo con el primero, y que es
probablemente el más importante, es la creciente internalización de la
actividad de investigación-desarrollo como parte del contenido de
trabajo de las propias empresas de producción y servicios.

En Estados Unidos, hacia 1920 ya existían unos 300 “laboratorios” en
las corporaciones, y en 1960 estos llegaban a 5 400. La constitución
misma de estos laboratorios es el reconocimiento de situaciones en las
cuales la producción material ya no puede avanzar sin integrar un
proceso organizado de producción de conocimientos. La gran industria
farmacéutica puede servir para ilustrar esta tendencia. Sus gastos en
I+D pasaron del 12% de la facturación al 22% de la facturación en los
últimos 17 años; un gasto en I+D en el orden de las decenas de
billones de dólares por año.

En los últimos 20 años del siglo xx comienzan a surgir empresas en que
la generación de conocimientos no es solo una actividad intrínseca,
sino la actividad principal.

LA AMENAZA: EL APARTHEID CIENTIFICO

La creciente integración de la investigación científica en la cadena
de valor de los procesos económicos no ocurre en un vacío político.
Este proceso está ocurriendo en las economías tecnológicamente más
avanzadas en el contexto de las relaciones capitalistas de producción.

Marx describió al capitalismo como una relación en que la separación
de los trabajadores de los medios de trabajo y la organización de la
economía por aquellos que son propietarios de esos medios tiene como
resultado que, para poder sobrevivir, ellos deben vender su capacidad
de trabajar a aquellos que son propietarios de los medios de producción.

El excedente que los trabajadores producen por sobre su salario se
convierte en más capital para el capitalista, el que se dedica a la
acumulación de más medios de producción. La propiedad privada sobre
aquellos medios que son necesarios para producir es la base de
sistema, a partir de la “acumulación originaria del capital” que Marx
definió como “el proceso histórico de disociación entre los
productores y los medios de producción”.

¿Qué ocurre entonces ahora cuando el conocimiento se convierte cada
vez más en un factor determinante en la producción?

La reacción del sistema capitalista está siendo el intento de
convertir el conocimiento también en propiedad privada. Ello ocurre
por mecanismos que no son siempre transparentes. El más obvio es el de
la llamada “Propiedad Intelectual” que se expresa en la biotecnología
a través de las leyes de patentes cuya extensión al campo de los
medicamentos fue impuesta por las empresas multinacionales en las
negociaciones que concluyeron al surgimiento de la Organización
Mundial de Comercio.

A ello se añade la imposición de sistemas de regulaciones (Barreras
Técnicas al Comercio) excluyentes, que impiden el acceso al mercado de
los productos innovadores de pequeñas empresas, en el caso que los
obtuviesen, y las obliga a ceder los derechos de producción a las
grandes empresas que tienen capital acumulado y volumen de negocios
suficientes para sostener el costo fijo que implican los estándares de
calidad que ellos mismos establecen.

Añádase a esto, el fenómeno creciente de emigración selectiva de
personal calificado conocido como “robo de cerebros” que lleva cientos
de miles de científicos e ingenieros nacidos y educados en los países
del sur a trabajar en los países industrializados. Más de 1,4 millones
de las personas que tienen diplomas en ciencia e ingeniería en Estados
Unidos son inmigrantes. Se afirma que solamente desde Latinoamérica
emigran más de 70 científicos por día desde hace 40 años (¡).

Todo ello va conformando un sistema en el cual las personas capaces de
generar conocimiento nuevo “venden” esa capacidad a los propietarios
de los medios de producción y del conocimiento precedente (patentes).
El conocimiento generado se separa así de quien lo produce, y los
resultados de esos conocimientos, integrados en la cadena de valor de
las empresas, se utilizan para perpetuar la acumulación.

Las tendencias a la privatización del conocimiento y a la
internalización de la investigación científica en empresas intensivas
de capital ha ido creando una especie de “apartheid científico” para
la gran mayoría de la humanidad. En los países más desarrollados, se
invierte anualmente en investigación-desarrollo más de 600 mil
millones de dólares. En el resto del mundo, donde reside el 86% de la
humanidad se invierte una cantidad 12 veces inferior.

Los gastos en investigación-desarrollo en los países desarrollados de
la OCDE representan el 2,2% del Producto Interno Bruto de la economía.
Esta cifra es 0,5% para América Latina, 0,2% para los países árabes y
0,3% para África. Se estima que hay algo más de 5 millones de personas
en el mundo dedicadas a la investigación. De ellos, residen en países
industrializados el 72%.

Entre Europa, Norteamérica y Japón se genera más del 80% de todas las
publicaciones científicas, y más del 90% de las patentes. De las
publicaciones científicas más citadas, el 98% se genera en 31 países.
El restante 2% se divide entre los otros 162 países.

La investigación científica en los países del sur no es solamente una
actividad de menos volumen y escaso financiamiento, sino que además
está menos vinculada con sus propias economías. La brecha norte-sur en
ciencia se amplia. Ahí reside la amenaza: la investigación científica
es cada vez más un integrante de las fuerzas productivas y entonces, a
partir de la acumulación originaria dada por la privatización del
conocimiento, ella entra en el ciclo de reproducción ampliada del
capital y se concentra cada vez más. La Economía del Conocimiento
funciona así como un instrumento más de explotación; y amplía la
ventaja acumulada de los países ricos.

La división norte-sur es incluso más notable en los datos sobre
investigación-desarrollo, que en los datos económicos tales como PIB
per cápita y participación en el comercio. El grupo Estados Unidos,
Japón y Alemania tiene un por ciento de la población mundial similar
al de América Latina (8.8% vs 8.0%) y el contraste en el peso
porcentual es de 42,2% vs 7,0% para el PIB, mientras que es de 47% vs
1.8% para la inversión en Investigación-Desarrollo y de 52.9% vs 1.3%
para la cantidad de autores científicos. Diríase que la brecha
tecnológica de hoy anticipa hasta donde puede llegar la brecha
económica de mañana, si estas tendencias no son revertidas.

La retroalimentación positiva entre ciencia y economía, va creando las
condiciones para una bifurcación irreversible de la humanidad. La
Economía basada en el Conocimiento puede operar como una respuesta del
capitalismo a la ley de la tendencia decreciente de la cuota de
ganancia (que describió Marx) y permitir la continuación perversa de
la acumulación.

La ciencia al integrarse a la economía, pierde su neutralidad de otros
tiempos: ella puede funcionar como instrumento de acumulación,
marginación y explotación. El capitalismo ha creado los mecanismos
para ello. Pero también puede operar como fuerza de liberación. En
este caso nos toca a nosotros descubrir e implementar los mecanismos posibles.

A pesar de la clara denuncia de Carlos Marx y de enormes esfuerzos
revolucionarios y sacrificios, la humanidad no logró en el siglo xx
revertir la tendencia concentrativa del capital, ni sus consecuencias
de marginalidad y subdesarrollo. En la nueva economía del siglo xxi
revertir la tendencia concentrativa del conocimiento puede ser un
objetivo alcanzable, si lo comprendemos a tiempo y actuamos con energía.

LA OPORTUNIDAD: LAS PALANCAS DE LA EXPROPIACIÓN

El conocimiento (y la actividad científica que lo genera) puede
funcionar como instrumento de acumulación y apropiación capitalista,
pues de cierta manera se parece al capital: es un producto del
trabajo, es privatizado por los propietarios, funciona como “trabajo
pretérito” en la formación de valor, y se utiliza en la producción
para generar nueva acumulación.

Pero solamente “se parece”: no es idéntico. La oportunidad está
precisamente en las diferencias.

Veamos algunas intuiciones derivadas de la experiencia de los primeros
25 años de la biotecnología cubana en sus relaciones con el mundo
capitalista exterior:

A pesar de los intentos de privatización, el conocimiento es más
difícilmente apropiable (en comparación con la tierra y los bienes de
capital).

El corrimiento de las ventajas competitivas principales en
determinados sectores (como la biotecnología) hacia el acceso y la
capacidad de creación de conocimiento, en cierta medida diluye la
ventaja acumulada por los países capitalistas ricos resultado de la
explotación precedente y que se expresa como capital fijo acumulado.
La creación de conocimiento (aunque requiere instrumentación a veces
costosa) depende principalmente del capital humano, y en él somos
nosotros los millonarios.

El conocimiento económicamente relevante no es solamente el
conocimiento estructurable, de fácil circulación. Una parte importante
es el llamado “conocimiento tácito”, vinculado a la experiencia
concreta de los colectivos de trabajadores, sus prácticas de trabajo y
su sistema local de relaciones. Este conocimiento está incorporado en
la organización, más que en ninguna persona o ningún documento, y ello
lo hace intransferible a pesar del “robo de cerebros”.

En la diversidad de productos y procesos de ciclo de vida corto propio
de la Economía del Conocimiento, la ventaja no está solo en el
conocimiento de que se dispone (que se hace rápidamente obsoleto) sino
principalmente en la capacidad de adquirir y generar conocimiento
nuevo. La productividad del trabajo depende así directamente de su
creatividad y esta de su motivación. La motivación de los
trabajadores, que proviene en nuestro contexto de su conciencia de
dueños socialistas de los medios de producción, y del tejido social de
apoyo solidario en que vivimos; constituye un arma muy poderosa en
esta batalla.

El sistema de Propiedad Intelectual que los países capitalistas
industrializados han montado, además de éticamente condenable por su
intento de privatizar el conocimiento, es infuncional. Raramente una
pieza de conocimiento (aun nueva) es suficiente para construir un
nuevo producto o proceso y armar un ciclo económico cerrado. El
conocimiento funciona en el contexto de otras piezas de conocimiento.
En la medida en que estas son “propiedad de alguien” el sistema de
patentes generará (de hecho está generando ya) enormes costos de
transacción, que se convertirán en un freno al desarrollo.

El conocimiento económicamente relevante es en gran medida
“combinatorio”. Se expresa en la producción mediante la recombinación
de conocimientos y experiencias que provienen de instituciones y
campos del saber diferentes. La consecuencia es que la cooperación
entre organizaciones productivas es más eficiente que la competencia
como motor del desarrollo económico.

La capacidad de acceder rápidamente al conocimiento y generar
conocimiento nuevo no es un proceso “tecnológico”, sino que es un
proceso esencialmente cultural. La educación y la cultura masivas,
incluyendo no solo el desarrollo de capacidades, sino también el
desarrollo de actitudes ante la vida, serán cada vez más una base
imprescindible sobre la cual construir una economía basada en el conocimiento.

La educación y la cultura masivas son inversiones sociales. Las leyes
del mercado “socialmente ciegas” no pueden lograrlo.

Lo que podemos estar presenciando en pocos años es que, a medida que
aumente el papel del conocimiento en los sistemas económicos, se irá
haciendo más aguda e insostenible la contradicción fundamental del
capitalismo entre el carácter social de la producción y el carácter
privado de la apropiación.

Marx, con su sensibilidad de revolucionario, rechazó el capitalismo
por injusto y excluyente; pero al mismo tiempo con la agudeza de su
pensamiento científico, previó el fin del capitalismo principalmente
porque ese sistema de relaciones de producción se convertiría en un
freno al desarrollo de las fuerzas productivas. El tránsito hacia una
Economía basada en el conocimiento acercará el momento en que las
contradicciones internas del capitalismo lo hagan inviable como sistema social.

El socialismo está mejor preparado que el capitalismo para una
economía basada en el conocimiento. Puede construir mejor las
herramientas del desarrollo en la nueva economía: conocimiento,
investigación científica, cultura, valores, justicia social y
motivación del hombre par su participación creativa en la reproducción
de la vida material y espiritual de la sociedad.

DIRECCIÓN CONSCIENTE: SUJETOS DE LA HISTORIA

Retomemos ahora la cuarta y última de las ideas centrales anunciadas
en la introducción: el tránsito a una economía basada en el
conocimiento es una oportunidad para el desarrollo socioeconómico y
para el socialismo (cada vez más relacionados) pero la captación
revolucionaria de esta oportunidad y su materialización en
realizaciones concretas es algo que no va a ocurrir espontáneamente.
Es un proceso que hay que dirigir.

Como una vez más anunció Marx, en el tránsito al socialismo los
hombres dejan de ser objetos pasivos de la historia para convertirse
en sujetos que construyen, conscientemente, su propia historia.

Nadie tiene recetas para esto, y aprenderemos sobre la marcha; pero la
experiencia concreta de la Biotecnología Cubana en sus primeros 25
años, ya nos va dejando una colección de ideas que conviene empezar a
ordenar y a discutir:

Lo primero es tomar conciencia de la magnitud e importancia de lo que
estamos emprendiendo: un proceso de integración creciente de la
ciencia a la economía socialista, de manera que a medida que el
conocimiento sea cada vez más un medio directo de producción; este
esté también en manos de los trabajadores. La expropiación
revolucionaria de la tierra y las fábricas fue un salto histórico
colosal; pero ya no es suficiente. Los medios de producción del
conocimiento tienen que ser nuestros también.

Hay que tomar conciencia de los peligros y desechar ingenuidades. La
creciente globalización de la economía y en consecuencia de la
interdependencia de las economías nacionales, sumada al intento del
capitalismo de privatizar el conocimiento, pueden crear un
peligrosísimo e irreversible apartheid cognoscitivo, si no actuamos a
tiempo, con energía y creatividad.

El componente principal de la tarea es la construcción de conexiones
entre la ciencia y la economía. El desarrollo científico-técnico no
puede entenderse solamente como el crecimiento de la actividad
científica: es la síntesis de crecimiento más conexiones. Es decir,
desarrollo de los nexos entre la actividad científica y la actividad
económica y la educacional.

La necesidad de una integración más eficaz entre la ciencia y la
economía fue reconocida en la ex Unión Soviética, como uno de los
problemas principales, en el XXVII Congreso del PCUS (1986), pero no
actuaron con energía ni en la dirección correcta. Recordemos que Fidel
habló allí precisamente de ese tema, cuando estábamos comenzando
nuestro desarrollo en la biotecnología.

Es un proceso de masas. Aunque sean más visibles determinados
científicos e instituciones, el tránsito consciente a la Economía del
Conocimiento en el socialismo no puede ser una tarea de “elites”. Por
el contrario, hay que basarlo en el acceso masivo a la educación y a
la cultura. La frase de Fidel de que “el futuro de nuestro país tiene
que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia” es de 1960.
Después de eso, la primera tarea fue la campaña de alfabetización; y
después la construcción masiva de escuelas en todas las provincias; y
así hasta la trascendental tarea actual de la municipalización de la
enseñanza universitaria, cuyos nexos con el desarrollo
científico-técnico se empezarán a ver muy pronto.

El actor principal en la base (al menos ha sido así para la
biotecnología) es un nuevo tipo de organización productiva: el Centro
de Investigación-Producción. Este integra características de los
centros científicos (investigación, formación permanente del capital
humano, orientación al largo plazo) con características propias de
determinadas empresas (rentabilidad económica, orientación
exportadora, sentido de competitividad exterior, vocación de
crecimiento continuo); y no es ni una cosa ni la otra, sino ambas y
algo nuevo. Los sistemas de dirección que diseñemos deben proteger
esta síntesis y no introducir sesgos en un sentido o en otro.

La experiencia de los centros de investigación-producción puede y debe
extenderse a otros sectores de la economía

El proceso en su conjunto solo puede ser conducido por el Estado
socialista. Hay que atrincherarse en el concepto de la propiedad
social sobre las instituciones y sus resultados. Ninguna “mano
invisible del mercado” nos conducirá a una economía basada en el conocimiento.

Si se trata de aprovechar la oportunidad creada por la Economía del
Conocimiento para defender una alternativa de desarrollo
socioeconómico diferente a la globalización neoliberal, y en esa
batalla estamos, no puede haber confusiones ni concesiones en el tema
de la propiedad; y todas las alternativas que exploremos, variadas,
flexibles, descentralizadas y todo eso, deberán estar al mismo tiempo
cohesionadas por el propósito único de defender la propiedad social de
los medios de producción (sean las fábricas o los conocimientos) y la
distribución socialista de los resultados.

El concepto inalienable de propiedad social se complementa (no se
contradice) con la necesidad de una alta descentralización de las
decisiones operativas en los sectores intensivos en ciencia y
tecnología. Son un campo permanente de ensayo y error, de exploración
de lo desconocido y de ajuste o las amenazas y oportunidades
cambiantes del entorno. Así han operado hasta hoy los centros de la
biotecnología cubana y así han obtenido sus resultados.

Esta necesidad de gestión descentralizada implica a su vez la
necesidad de una intensa labor del partido sobre la política de
cuadros en estas instituciones.

La economía acelerada e intensiva en conocimiento de nuestra época
requiere claramente más flexibilidad y menos estandarización, que la
de la época de las producciones industriales de gran escala. Ello
demandará a su vez un alto grado de descentralización de las
decisiones operativas hacia las empresas de alta tecnología que vayan
surgiendo.

Pero una vez más, y esta es una idea muy importante, no podemos
confundir gestión y propiedad. Algunos en otras latitudes, tradujeron
dinamización y descentralización como retirada del Estado de la
economía y privatizaciones. No necesitamos teorizar: el experimento
esta hecho y se conocen sus desastrosos resultados.

La propiedad social debe permitir la integración entre el trabajo de
los diferentes centros de investigación-producción y de estos con
instituciones del sistema de salud, del educacional y otros. Pero
“permitir” no es suficiente. Esta integración, y la “recombinación de
conocimientos” que de ella se deriva no se puede dejar a la
espontaneidad. Determinadas formas organizacionales deberán surgir,
que catalicen e implementen esta integración.

La actividad científica hay que medirla no solo por sus indicadores de
volumen (cantidad de científicos, de instituciones, de proyectos,
financiamiento, etc.) sino por sus indicadores de salida (nuevos
productos, valor añadido de las producciones, patentes, impacto en la salud).

Si el desarrollo científico técnico depende de las conexiones sociales
de la actividad científica tanto como de su volumen, debemos medir la
intensidad y eficiencia de estas conexiones. Solo es posible dirigir
aquello que podemos medir.

En este tipo de sector, el proyecto científico es un “proyecto de
inversión” el cual, aun comprendiendo el riesgo intrínseco de la
investigación, debe rendir cuenta del retorno de la inversión.

La sostenibilidad económica de nuestros nacientes sectores de alta
tecnología deberá realizarse en el mercado exterior; y asumir la
demanda interna como una obligación de objeto social, que debe ser
subsidiada por las exportaciones y eventualmente internalizada en los
costos. Las relaciones “de mercado”, en lo interno, terminarían
distorsionando el sistema y desviándolo de la alta tecnología y de la
innovación.

La penetración de mercados externos requerirá un manejo muy
inteligente de las barreras de propiedad intelectual y de
regulaciones. Los sistemas nacionales de Propiedad Intelectual y
Regulaciones que debamos diseñar, deben estar en concertación
estratégica con este objetivo. Esta concertación para el
enfrentamiento a las barreras que nos imponen deberá irse extendiendo
poco a poco a otros países mediante acciones conjuntas de Colaboración
Sur-Sur; e ir construyendo, a partir de nuestros productos
innovadores, presiones concretas sobre los países del norte.

Este es un tema a dejar solamente apuntado aquí, pues sus
complejidades requerirán un análisis específico en otro trabajo.

El protagonista principal de todo esto es el trabajador y su
conciencia social. La expansión en nuestra economía de procesos
integrados de investigación-producción-comercialización, demandantes
de esfuerzo, superación permanente y creatividad de todos los
trabajadores solamente puede ser exitosa si es protagonizada por
trabajadores con plena conciencia de los vínculos entre su labor
cotidiana y el proyecto de sociedad socialista de la Revolución Cubana.

Ello requerirá una permanente labor del PCC y la UJC en todos los
aspectos de la vida de los colectivos laborales, garantizando un
elevado grado de politización del ambiente laboral, de selección y
motivación de los trabajadores, y de dedicación, transparencia y
rendición de cuentas de los cuadros.

Evidentemente el tema de la transformación del conocimiento en recurso
económico y sobre todo su realización comercial concreta es un tema
muy complejo. La Economía del Conocimiento está naciendo y en nada que
nace hay experiencia. Será necesario un largo camino de diversidad de
estrategias; de ensayo y error. Ya hemos comenzado a recorrerlo y los
primeros resultados son muy alentadores. Hay que seguir.

Las opciones de desarrollo en la Economía del Conocimiento existen,
pero ciertamente no están dentro del sistema capitalista. Apoyados en
la participación consciente y en la motivación de los trabajadores
(incluidos los científicos), ya no alienados de los frutos de su
trabajo, y en la posibilidad de cooperación e integración entre las
instituciones; y liberados de los efectos corruptores y
distorsionadotes de la propiedad privada y del mercado; podemos lograrlo.

Será complejo y difícil; pero se puede hacer.

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TOMADO DE LA PAGINA WEB DE "CUBA SOCIALISTA", revista teórica del
Partido Comunista de Cuba
http://www.cubasocialista.cu/